Imprescindibles de la Ruta del Modernismo de Barcelona

Si miráis los libros de la Ruta del Modernismo de Barcelona veréis que hay muchos lugares que visitar. Nosotros queremos hacer un resumen de los lugares que más nos gustan y creemos que son imprescindibles de la Ruta del Modernismo de Barcelona.

Cómo hacer de la Ruta del Modernismo de Barcelona: nuestra ruta

Para saber qué edificios visitar, seguimos la ruta oficial (un libro editado por el Ajuntament de Barcelona) pero no todos los sitios nos parecieron lo suficientemente interesantes como para mencionarlos.

Comenzamos nuestra Ruta del Modernismo de Barcelona en el barrio del Fort Pienc de Barcelona, ​​allí nos espera la antigua Central Catalana de Electricidad.

Antigua Central Catalana de Electricidad

La antigua Central Catalana de Electricidad es el punto de partida de nuestra Ruta del Modernismo. Situada entre la Estació del Nord y el Arc de Triomf, en la Avinguda Vilanova 12, encontramos un edificio no muy conocido pero de nuestros preferidos. Es obra del arquitecto Pere Falqués y Urpí.

Castell dels Tres Dragons

Si vamos hacia Arc de Triomf y bajamos el Passeig de Lluís Companys llegaremos al Parc de la Ciutadella. El primer edificio que veremos es obra de Lluís Domènech i Montaner, el Castell dels Tres Dragons, y es considerado uno de los primeros ejemplos del Modernismo de Barcelona. Junto a esta obra encontramos el Umbracle y el Invernadero, este último está un poco abandonado.

Umbráculo del Parque de la ciudadelaSi tenéis tiempo, dar una vuelta por el parque. Podéis ver la Cascada Monumental donde un joven Antoni Gaudí hizo pequeñas aportaciones.

Farolas de la Plaça Reial

Una vez que hemos paseado por el Parc de la Ciutadella salimos por la salida de Passeig Picasso y atravesamos el barrio del Born, la plaça Sant Jaume y bajamos hacia la Plaça Reial. Durante este camino, aunque no hay obras modernistas no podéis dejar de admirar la iglesia de Santa María del Mar, el Palau de la Generalitat y el Ajuntament de Barcelona.

En la Plaça Reial encontramos dos farolas que fueron diseñadas por un joven Gaudí en el año 1878. Estas farolas están rematados por los atributos del Dios Hermes, patrón de los comerciantes, que consiste en dos serpientes en una vara y un casco alado.

Palau Güell

Salimos de la Plaça Reial por las Ramblas y las atravesamos para entrar en el barrio del Raval por la calle Nou de la Rambla.

En pleno Raval, concretamente en la calle Nou de la Rambla, encontramos el Palau Güell. Este palacio fue la primera gran obra de Antoni Gaudí, encargada por su mecenas Eusebi Güell. Esta casa, declarada bien del Patrimonio Mundial por la UNESCO, tenía como objetivo ser la casa de la ciudad de la familia Güell, ya que en aquella época los Pabellones Güell se encontraban a las afueras de la Barcelona.

Os explicamos más en detalle del Palau Güell en una entrada dedicada a esta obra modernista.

Casa Martí (Els Quatre Gats)

Dejamos atrás el Palau Güell y nos encaminamos hacia el barrio Gótico. Aquí nos encontramos la Casa Martí, mucho más conocida como Els Quatre Gats. La taberna que hay en la planta baja de esta obra de Josep Puig i Cadafalch fue un lugar de reunión de personalidades como Pablo Picasso o Santiago Rusiñol.

Palau de la Música Catalana

Después de ver Els Quatre Gats vamos hacia Via Laietana y subimos un poco. La próxima parada será el Palau de la Música Catalana. Esta obra fue un encargo del Orfeó Català a Lluís Domènech i Montaner que impresiona por su fachada, su interior y su acústica. Si queréis saber más de esta gran obra del Modernismo Catalán podéis leer la entrada sobre el Palau de la Música Catalana.

Hay visitas guiadas cada día por las mañanas, en Semana Santa y los meses de Julio y Agosto también hay visitas por las tardes. Nosotros hicimos la visita guiada al Palau de la Música y es muy recomendable. Si queréis más información sobre los horarios y los precios podéis consultar esta página web.

Casa Pascual y Pons

Una vez visitado el Palau de la Música podemos volver a Portal de l’Àngel y subir hacia Passeig de Gràcia. La primera obra modernista que encontraremos en esta calle tan exclusiva de Barcelona es la Casa Pascual y Pons. Es obra de Enric Sagnier i Villavecchia.

Una de las cosas en las que nos debemos fijar son las vidrieras donde se representan personajes medievales.

Casa Rocamora

Si seguimos por Passeig de Gràcia, en la siguiente manzana, encontramos la Casa Rocamora. Este edificio obra de los hermanos Bassegoda es junto con la Casa de les Punxes, que visitaremos más adelante, uno de los conjuntos arquitectónicos más grandes del Eixample.

Casa Amatller

Después de ver la Casa Rocamora seguimos subiendo por Passeig de Gràcia, pero cambiamos de acera. Justo antes de llegar a la Casa Batlló encontramos la Casa Amatller. Esta obra fue encargada por el chocolatero Antoni Amatller a Puig i Cadafalch.

Puig i Cadafalch ideó un palacio gótico urbano y en su fachada se puede ver a San Jordi matando al dragón.

El interior de la Casa Amatller se puede visitar, en su web se puede consultar horarios y precios.

Casa Batlló

El siguiente edificio que encontramos en Passeig de Gràcia es la Casa Batlló. Josep Batlló magnate del textil y propietario de varias fábricas, como por ejemplo el antiguo Vapor Batlló de la calle Urgell (actual Escuela Industrial), encargó la remodelación de su casa a Antoni Gaudí.

Antoni Gaudí reformó la casa de arriba abajo creando un quinto piso, construyendo sótanos y alterando la forma de todas las habitaciones con sus amplias curvas. De modo que no hay ningún ángulo recto en toda la casa.

Hay dos versiones sobre qué representa la fachada de la Casa Batlló. Una dice que hace homenaje a la fiesta de Carnaval con las máscaras de baile representadas en los balcones, el sombrero de arlequín en la azotea y el confeti a la cerámica multicolor de la fachada. La otra versión dice que es en honor a la leyenda de San Jordi (Patrón de Cataluña) con el lomo del dragón en la azotea, la lanza clavada en el reptil en la torre y los balcones de hierro representante los cráneos de los restos de las comidas del dragón. A nosotros nos gusta más la versión de San Jordi y más después de haber visitado el desván de La Pedrera.

Dicen, ya que aún no hemos tenido ocasión de visitar su interior, que si la fachada es impresionante su interior aún lo es más. Si queréis visitar la Casa Batlló aquí podéis comprar las entradas.