Los ruin bars se han puesto de moda en los últimos años. Estos se establecieron por primera vez en la ciudad de Budapest, donde se llegó a un acuerdo para que, con alquileres muy asequibles, se pudieran aprovechar antiguos edificios y apartamentos abandonados que se iban a demoler. Nosotros visitamos el Szimpla Kert de Budapest, pero podemos encontrar muchos más en toda Europa.
Szimpla Kert, Jardín simple en húngaro, fue el primero ruin bar. En 2002 sus propietarios decidieron crear un espacio para alojar diferentes actos culturales como música en directo, cine al aire libre e incluso un mercado cada domingo. Fue galardonado por Lonely Planet como el tercer mejor bar del mundo.
Szimpla Kert se encuentra en el barrio judío de Budapest, en la zona de Pest concretamente. Es por lugares como estos que siempre decimos que Buda y Pest son dos mundos distintos, cada uno con su estilo propio.
Nos costó mucho encontrar este bar, a pesar de llevar la dirección en Google Maps. Las calles de aquella parte de la ciudad parecen todas iguales. Teníamos el apartamento muy cerca, pero lo fuimos dejando y al final el visitamos uno de los últimos días.
La entrada del bar te hace dudar si estás entrando en el lugar correcto, ya que no entras por una puerta principal. A la izquierda de la puerta (entendemos que estaba rota) había un plástico transparente que hacía de puerta. Realmente estaba en ruinas, jaja!
Todas las paredes del local estan llenas de grafittis y arte callejero. En cada una de la habitaciones que tienes el bar podemos encontrar objetos de todo tipo, que seguramente son recicladas de restos que se han encontrado dentro del edificio.
El Szimpla Kert es todo un laberinto. Hay un punto en que no sabes si la escalera que estás subiendo pertenece el bar o en el edificio de al lado.
Los camareros del bar ya deben estar acostumbrados a ver a gente haciendo fotos, pero nosotros haciamos de todo lo que veiamos. Cada rincón tenía su encanto especial, y además pillamos una hora muy tranquila, que casi no había nadie en el local.
Algunas fotos eran tan oscuras que parecían el escenario de una película de miedo. ¡En cualquier momento aparece alguien con una máscara y nos mata!
Cualquier objeto es bueno para un ruin bar
Sólo hay que poner un poco de imaginación: una bicicleta, una báscula antigua, un sofá destartalado… ¡incluso un coche! ¿Porqué no sacarle el motor en un coche antiguo y hacemos un banco? Eso si, ¡la pintura de spray que no falte! ¡Los coches deben ser multicolor!
El concepto de ruin bar es todo un fenómeno que cada vez está más de moda, y es que ciudades como Berlín ya tienen su propio Ruin Bar. Para la próxima visita a Budapest tendremos que ver el resto, ya que este nos gustó mucho!
Cómo llegar al Szimpla Kert
Dirección: VII Kazinczy utca 14
Metro: M2 Astoria
Maria José
He leído vuestro viaje a Budapest y me ha encantado.Este verano queremos ir Praga,Viena,Bratislava y Budapest….gracias
David Cortés
Gracias Maria José,
cualquier duda que tengas nos dices.
¡Por cierto, qué envidia de viaje!
Jorge
Hola, estoy yendo para Budapest el próximo mes, me gusto mucho el tema del ruin bar y se ve que la hora en que fueron estuvo buena y tranquila, me podrían decir el horario por favor y si es que la zona es peligrosa?
Gracias
Laura Oliver
Hola Jorge,
perdona la tardanza. Se había filtrado mal tu comentario y hasta ahora no nos hemos dado cuenta. Nosotros fuimos sobre las 5 de la tarde y para nada nos pareció peligrosa la zona ni en general Budapest.
Saludos,
Manuel Morilla
Nosotros estuvimos hace 96 horas a eso de las 00:00 h. Había 3 gorilas en la puerta con cajas de plástico a sus pies llenas de botellas de todo tipo, estaban cacheando a todos los que entrábamos y mirando bolsos y retirando bebidas de otros lugares… lógico. Por lo demás estaba lleno de gente sana, alegre, en todas las salas ninguna con mal rollo. Había seguridad, cámaras de control en todas las salas, en ningún momento noté ambiente hostil. Muy recomendable, puede ser el mejor del mundo. En mi caso el mejor sitio de ambiente en el que he estado en mis 52 años. Disfruté en una sala de un gin-tonic y varios Nocturnos de Chopin, luego en otra de proyecciones de cine húngaro, en otra de música alternativa de calidad, en otra me fumé una shisha de manzana, en los patios de fiesta… ¿Se puede pedir más por 20 €?