En esta entrada os vamos a comentar algunas dudas que se nos pasaron por la cabeza cuando decidimos viajar con un bebé a París. Era nuestro primer viaje en familia al extranjero y una nueva manera de viajar. Si es la primera vez que viajáis con vuestro bebé seguid leyendo.
1. Primera decisión. ¿Viajar en AVE o en avión con un bebé?
Nosotros hemos estado dos veces en París. La primera vez que fuimos fue en avión. Pero esta vez que íbamos con la peque pensamos que sería mas cómodo, por todo lo que queríamos llevar, ir en tren. Hicimos cuentas para saber la diferencia de tiempo entre un transporte y otro. En tren son 6h y media y ya estas en el centro de la ciudad. En avión son dos horas de vuelo mas llegar 2 horas antes porque teníamos que facturar una maleta. Al llegar esperar a la maleta y viajar hasta el centro. Mas o menos lo mismo pero sin movernos tanto.
Si queréis saber cómo fue nuestra experiencia de viajar en AVE con un bebé podéis leer la entrada que escribimos.
2. Controles de seguridad con bebés en el AVE
En el control de seguridad del AVE nosotros tuvimos que pasar por el arco de seguridad pero la peque no. Pasó Laura por el arco, yo le pasé a la peque por fuera del arco y después pasé yo. En el aeropuerto no sé si será igual, porque en nuestro viaje a Viena tuvo que pasar, pero ya tenía un añito.
A parte del control de seguridad del AVE, debido a la alerta terrorista, en los museos más importantes de París también hay controles. Por ejemplo, para entrar al Louvre hay que pasar por un arco y pasar las mochilas por rayos X. Cuando el señor de seguridad nos dijo de pasar a la peque por el arco le dijimos que no. Que nosotros pasábamos pero que la peque no. Si en la estación del AVE no hacía falta que pasase ahí tampoco. Nos costó convencerle pero finalmente nos dejó pasar sin que la peque pasase por debajo del arco. En cambio en otros museos al ver a la peque ellos mismos nos decían que ella no tenía porque pasar por el arco de seguridad.
3. ¿Ir con el cochecito o mejor llevar mochila?
Nosotros nos llevamos las dos cosas. Nuestro cochecito es el Bugaboo Bee y al ser pequeñito fue genial. París pide carritos pequeños: calles estrechas, ascensores pequeños, habitaciones de hotel mas que justas…
Solo hace falta fijarte en que cochecito llevan la mayoría de los parisinos: el yoyo de Babyzen. Para los que no lo conozcáis, el yoyo es de los cochecitos más pequeños que hay actualmente en el mercado. Cuando se plega cabe como una maleta de cabina dentro del avión y es de los pocos por no decir el único que está homologado por las compañías para subirlo al avión.
Como hacía mucho frío, y aunque llevábamos ropa de abrigo para la peque, teníamos miedo de que en la mochila tuviese frío. La mochila la llevamos básicamente para lugares que pensábamos que el cochecito iba a ser un engorro, como por ejemplo para subir a la Torre Eiffel.
4. ¿Están los museos de París adaptados para ir en cochecito?
Una de las cosas buenas de ir con un bebé es que en algunos de los museos puedes entrar sin hacer cola, o con una cola específica. En el Louvre no vimos ninguna cola especial, pero en el museo de Orsay si. No tuvimos que hacer ni la cola de los tickets, ni la cola dentro del museo para ver la exposición temporal sobre Picasso. ¡Qué chollo!
En este viaje a París con la peque visitamos el museo del Louvre, la Orangerie y el d’Orsay y los tres estaban adaptados para ir con el cochecito.
5. ¿Está el metro de París adaptado para ir en cochecito?
Una cosa que deberéis tener en cuenta es que la mayoría de lineas de metro no están adaptadas. La única linea adaptada es la L14 y nosotros la cogimos una sola vez. Además cuando la cogimos íbamos con las maletas y no encontramos el ascensor para bajar al anden. Por suerte nos ayudaron a bajar las escaleras…
La alternativa cómoda para ir con el cochecito es coger autobuses o ir andando. Nosotros optamos por lo segundo, en el próximo apartado os explicamos mas al respecto.
6. Visitar París andando con un bebé
Aunque París es una ciudad grande llegamos a la conclusión de que la manera mas cómoda de hacer turismo con el cochecito era ir andando. Eso sí os tiene que gustar andar y tener el alojamiento en un lugar céntrico de París.
7. Alojamiento en París con un bebé
Las dos veces que hemos estado en París nos hemos alojado en el barrio de la Ópera. Es una zona desde la que puedes ir andando tanto a Montmartre como a el museo del Louvre.
La primera vez nos alojamos en el Hotel Choiseul Opera y la segunda en el Hotel Plaza Ópera. Este último es bastante más barato. Al Choiseul Opera fuimos en enero y debimos coger una oferta porque cuando lo miramos para volver el precio se salía de presupuesto.
Cuando queráis viajar a París con un bebé aseguraros que el alojamiento que cogéis tiene ascensor. Los dos hoteles que os hemos comentado tienen ascensor pero en ninguno de los dos entraba el cochecito abierto. Pero es lo habitual en París, son edificios antiguos y espacios limitados. Así que cuando llegábamos al hotel, si la peque estaba dormida se acaba despertando al tener que cogerla del cochecito.
8. Agua recomendada para el biberón en Francia
La pediatra desde el primer momento nos recomendó hacer los biberones con agua Bezoya o Veri. Obviamente no la íbamos a encontrar en París. Llevarnos litros de agua no era una opción, así que buscamos cual recomiendan en Francia para la alimentación infantil. En todas partes vimos que la mejor agua era la Evian. La buena noticia es que también la encontramos en España, aunque es carísima. Lo que hicimos es acostumbrarla a la Evian una semana antes del viaje, no fuera que le sentara mal durante el viaje.
En París, en todos los supermercados tenían Evian y además en la etiqueta ponía que era apta para bebés. Nosotros la fuimos comprando poco a poco en el super al lado del hotel para no cargarla arriba y abajo.
9. ¿Debo llevar pañales en la maleta si viajo con un bebé?
Otra duda que nos surgió era si llevarnos la maleta llena de pañales o comprar allí. Los pañales suelen venir en paquetes grandes y no son precisamente baratos. Así que hicimos un calculo de cuantos gastábamos al día y nos los llevamos en la maleta. Media maleta era de pañales ?. A la vuelta tendríamos espacio extra por si comprábamos algo, en cambio si los comprábamos allí hubiéramos cargado las sobras de vuelta. Otro motivo es que no tuvimos que cambiar de marca de pañales, ya que la piel del bebé es sensible y nunca sabes cómo va a reaccionar.
10. Viajar a París con un bebé en invierno
Fuimos a París en noviembre, lo que significa frío, mucho frío. Era nuestro primer viaje como padres y preferíamos ir justos de nuestra ropa que de la peque. Al final nos llevamos media maleta con su ropa y la otra mitad para la ropa de los dos… jaja
Nuestra intención era tener múltiples capas para poder ir quitando y poniendo en función de si estábamos en un sitio cerrado y con calefacción o en la calle.
Esos días en París hacia muchísimo frío y cerca del río humedad. Así que llevar siempre encima el plástico de lluvia fue un acierto. Aunque no nos llovió le paraba el viento y ahí dentro se creaba un microclima con una muy buena temperatura.
10 +1. Mapa de cafeterías, McDonald’s o cualquier sitio donde parar
Una de las cosas que hicimos antes de ir a París fue hacer un mapa en Google Maps con los sitios donde podíamos parar en caso de tener mucho frío o de que a la peque le entrase hambre y quisiera un biberón. Añadimos McDonalds, Starbucks y algunas cadenas mas en las zonas que queríamos visitar para siempre tener una opción cerca. Os dejamos el mapa por si os es útil:
¿Cuáles son vuestros consejos para viajar con un bebé? ¡Podéis escribirlos en un comentario debajo de esta entrada!