Viajamos hasta la ciudad de Füssen, una ciudad alemana que se encuentra a dos horas de la ciudad de Múnich. Fuimos hasta esta población después de la excursión al castillo de Neuschwanstein. Llegamos con muy pocas fuerzas pero enseguida nos animamos. Habíamos visto muchas fotografías de Füssen y no queríamos volver a Barcelona sin pisarla, por mucho que tuviéramos que sufrir para hacer todo lo planeado en sólo en cuatro días.

Füssen una ciudad a los pies de Neuschwanstein: Calles y casas de Füssen

Füssen una ciudad a los pies de Neuschwanstein: Calles y casas de Füssen

Al llegar a la ciudad de Füssen nos esperaba Ursel, una guía del oficina de turismo de Füssen que nos tenía preparado un paseo muy completo por esta ciudad. Ursel había vivido en Venezuela de joven. Por como hablaba castellano parecía que lo tuviese dormido dentro de su cabeza. Le costaba recordar ciertas palabras que nos decía en alemán (como si nosotros supiéramos) y al cabo de un rato se le encendía la bombilla y nos decía la palabra. Aún así, ya nos hubiera gustado hablar tan bien el alemán como ella hablaba el castellano.

Tenía pinta de ser bastante mayor, por lo que pensamos que tenía que hacer de guía de Füssen como hobby.  Seguro que hacía muchos años que estaba jubilada:

– “Esto de blogger es demasiado moderno para mí. De qué se trata? “- Nos dijo.

Le intentamos explicar cómo funcionaba escribir en un blog y que no se trataba de nuestro trabajo principal, que aquí escribíamos por placer.

Ursel fue una gran anfitriona, nos trató a la vez como si fuéramos profesionales del sector y al mismo tiempo como si fuéramos alguien de confianza. Se notaba que quería aquella ciudad tanto como nosotros queremos Barcelona.

Arquitectura de la ciudad de Füssen

Una de las cosas que más nos atrajo de esta ciudad eran sus calles. Las casas de diferentes colores, y las calles adoquinadas tan típicas de las ciudades alpinas hacían respirar tranquilidad. Nos encontrábamos en una ciudad muy diferente a Múnich y es que, más que una ciudad nos recordaba a pueblos como Volendam o Marken, donde el silencio invadía sus calles a cualquier hora del día.

La mayoría de edificios de Füssen son del año 1500. Anteriormente la mayoría de casas que se construian en Füssen eran de madera, y cuando había un incendio la mayoría de las casas se quemaban. Fue por esto que a partir del gran incendio del año 1469 se prohibió construir casas de madera y originó la arquitectura de Füssen tal como la conocemos hoy en día.

En Füssen hay nada menos que doce iglesias, un monasterio y un palacio. Una gran cantidad si pensamos que Füssen no es muy grande y que todo se puede ver caminando en un par de horas de visita.

Füssen una ciudad a los pies de Neuschwanstein: Calles y casas de Füssen

Füssen una ciudad a los pies de Neuschwanstein: Calles y casas de Füssen

Monasterio de San Mang

Füssen era una ciudad pagana hasta el año 800. La gente era analfabeta y no tenía mucha cultura religiosa hasta que el obispo de Augsburgo envió un monje para que predicara el evangelio y bautizara a los habitantes de Füssen. Hizo construir el Monasterio de San Mang, que más que un monasterio nos recuerda a un palacio.

En este monasterio benedictino acudieron muchos monjes procedentes de la nobleza. Los hijos primogénitos heredaban los bienes de la familia, y el resto se convertían en monjes ofreciendo una gran cantidad de tierras y dinero a cambio.

Füssen una ciudad a los pies de Neuschwanstein: Monasterio de San Mang

Füssen una ciudad a los pies de Neuschwanstein: Monasterio de San Mang

Füssen una ciudad a los pies de Neuschwanstein: Monasterio de San Mang

Füssen una ciudad a los pies de Neuschwanstein: Monasterio de San Mang

En 1909, el Monasterio de San Mang fue convertido en el Ayuntamiento de Füssen y sede de un museo con exposiciones de violines y laúdes. No pudimos entrar, ya que era semana santa y todo estaba cerrado.