Berlín, la ciudad más cosmopolita de Alemania, tiene mucho qué ver ya que es una ciudad inmensa. Para Laura era un destino que no le hacía tanta ilusión como otros viajes. Realmente fuimos por qué a mí me atraía mucho, pero al final le gustó tanto como a mí. Al fin y al cabo Berlín es una ciudad con muchísima historia, y eso no es que sea santo de mi devoción pero a ella sí que le gusta (no podemos estar de acuerdo en todo ?). Berlín ha vivido época nazi, época comunista con un muro que dividía la ciudad y el país entero en dos, y una época más reciente donde la mezcla de culturas convierte Berlín en ciudad única.
Queremos que sepáis qué fue lo que más nos gustó y lo que no dudaríamos en volver a visitar en un viaje de un fin de semana en verano. Ya veréis por las fotos que pasamos mucho frío, por eso lo de volver en verano.
East Side Gallery
Después de la caída del muro en 1989, se decidió mantener intacto más de un kilómetro de este. El East Side Gallery serviría para que artistas de todo el mundo plasmasen su punto de vista de la situación política que vivió el país durante la época del comunismo.
Ahí encontramos el famoso beso entre Erich Honecker, de Alemania Oriental, y Leónidas Breznev, de la Unión Soviética, una imagen muy popular de la ciudad de Berlín.
Cuando estuvimos, todos los muros estaban protegidos con una valla, ya que mucha gente irrespetuosa ha querido dejar tu “Yo estuve aquí” pintando por encima de las obras. Esperamos que pronto lo solucionen de una manera que se puedan hacer fotos bien.




Para mí la cara de Berlín más artística era el motivo principal para visitar la ciudad. A parte de ver el East Side Gallery también fuimos a ver los gigantescos graffitis de Kreuzberg y el callejón Dead Chicken Alley en el barrio de Mitte. Auténticos museos al aire libre de artistas que a veces son menospreciados, pero que tienen tanto o más talento como los que están en reconocidos museos.



Qué ver en Berlín: Monumento al holocausto de los judíos
Berlín fue el centro durante la época nazi y el recuerdo de aquella época se puede percibir en muchas partes de la ciudad. Uno de los lugares más conocidos es este monumento, el monumento al holocausto de los judíos, que impresiona nada más entrar. Se trata de un conjunto de muros que forman un laberinto de cemento gris. A medida que vas entrando son más altos y el desnivel del suelo hace que ningún pasillo sea igual a otro.
También hubo quejas durante la construcción de este monumento, ya que el material que se utilizó para evitar que se pintarán graffitis en los muros fue hecho por la empresa Degussa. Esta empresa en su día compró a Degesch, encargada de fabricar el famoso Zyklon B usado en las cámaras de gas de los campos de concentración.

Durante el tour que hicimos con Cultourberlin nos explicaron que cuando se hizo este monumento nadie estaba contento. Otros afectados por el holocausto como los gitanos, los gays… pidieron que se hiciera un monumento en recuerdo de las víctimas. Así hasta tener varios monumentos en la ciudad y el Ayuntamiento decidir qué ya era suficiente.

Berlin Wall Memorial
En esta zona de Berlín podemos ver cómo era el muro en la época comunista. No se trataba de un solo muro, ya que el muro en sí no era muy alto ni difícil de saltar. En verdad, eran dos muros, uno a unos 50m del primero, con un seguido de trampas mortales entre uno y otro. Varias torretas vigilaban la zona entre los dos muros para que si conseguían sortear las trampas pudieran dispararles… Poca gente consiguió evitar morir en el intento de traspasar a la zona capitalista. Vemos historias de gente que hizo pasillos subterráneos, que se metió en cajas o que se hizo pasar por otro para poder cruzar y muchos que perecieron en el intento.
Desde este lugar podemos ver la zona entre los dos muros desde lo alto, subiendo en ascensor para ver el Berlin Wall Memorial.


Encontramos fotografías de la época en esta zona aunque si queréis saber más, en Checkpoint Charlie encontraréis más información. Nosotros no entramos en el museo pero vimos una exposición sobre el muro gratuita en su exterior.
Puerta de Brandeburgo
Este monumento es otra de las postales que más veréis en las tiendas de souvenirs de Berlín. Esta obra de estilo neoclásico fue construida el 1791. Era una de las entradas a la ciudad, al “Nuevo Berlín”.
Nosotros nos la imaginábamos diferente, más como en el centro de una rotonda y no en medio de un paseo peatonal. Aún así nos gustó tanto que no podemos dejarlo fuera de los imprescindibles de Berlín.


Gendarmenmarkt: plaza del mercado
A veces los mejores lugares de las ciudades son los que no esperas. Estamos tan bombardeados con información que a veces parece que cuando visitamos una ciudad ya la hemos visto antes. Fotografías, vídeos y relatos que hemos visto de nuestro destino nos hacen perder la sorpresa.
No fue el caso de Gendarmenmarkt, para nosotros la plaza más bonita de Berlín. Aquí encontramos una Catedral a cada lado de la plaza, una francesa y la otra alemana. En teoría son exactamente iguales, para que la plaza fuera simétrica. Aunque unos y otros dirán que la suya es 5cm más alta.


Fuimos a Gendarmenmarkt a primera hora de la mañana para encontrar poca gente, pero vimos un río de gente mayor yendo al Konzerthaus Berlin. Luego nos enteramos que había un concierto de música clásica. ¡La tercera edad de Berlín es muy madrugadora!

Estos son los lugares que más destacamos de la ciudad y que os recomendamos que visitéis. Eso sí, Berlín es una ciudad muy grande, no subestiméis las distancias del mapa. Coged transporte público para ir de un sitio a otro. ¡Hasta la próxima viajeros!
Héctor Marroquín
David y Laura. He leído con interés sus comentarios de Berlin, me encanta la frescura y ojo crítico para narrar sus vivencias, lejos del típico comentario de las guías turísticas. Gracias por los tips que ya anote para mi próximo viaje a esa maravillosa ciudad.
Héctor.
David Cortés
¡¡Me alegro que te guste Héctor!! Si tienes dudas sobre Berlín ya nos dirás…