Nuestra luna de miel no acaba en Sudáfrica. Después de pasar 5 días en Sudáfrica aún nos quedan otros 3 en Zimbabue. Aquí tenemos planeado ver la puesta de sol de Africa desde el río Zambezi, ir hasta Botswana para hacer un safari en el Parque Nacional de Chobe y por último visitar las Cataratas Victoria.
Son las 4:30AM en Ciudad del Cabo y ya nos suena el despertador. Qué pereza. Eso pensamos durante pocos segundos, hasta que nos acordamos del motivo de levantarnos tan pronto. Hoy viajamos a Zimbabue y nuestro avión sale muy pronto. Venga, para arriba, ¡que merece la pena madrugar!
Viaje de Sudáfrica a Victoria Falls
Estamos en al aeropuerto de Ciudad del Cabo. Aquí nos espera un vuelo hasta Johannesburg, para luego coger otro en dirección al aeropuerto de Victoria Falls. Si, el aeropuerto se llama así. A parte de ser una maravilla de la naturaleza, Victoria Falls también es el nombre de la ciudad a dónde vamos.
En el avión nos han dado un documento de inmigración. ¡Será la primera vez que rellenamos uno! Bueno, tampoco es para tanto entusiasmo: motivos del viaje, nombre, apellidos… Paro de rellenar el documento cuando oigo que la azafata dice que va a echar un spray por todo el avión, que mejor nos tapemos la nariz. Miro a Laura para ver si ha entendido lo mismo que yo. Ella no lo ha escuchado y yo ahora ya dudo si al haberlo dicho en inglés no lo he entendido bien.
Pues si, si que lo he entendido bien, estan echando un spray por todo el avión. Tiene pinta que será para prevenir que mosquitos vayan de un país a otro y puedan transmitir enfermedades. Eso sí, huele fatal…
Llegada a Victoria Falls y visados para entrar al país
Bueno… ¡ya hemos aterrizado! Ahora estamos en una cola para que nos coloquen en otra cola. Si, suena raro, pero es así. Al final de esta cola hay un hombre diciendo a la gente en que cola de inmigración colocarse. Ya nos toca. “¿Qué planes tienen en Victoria Falls?” – nos dice. Le explicamos que mañana vamos a ir a Botswana para hacer un safari en Chobe y que volveremos el mismo día para dormir en Victoria Falls. “Ok ok, id a esta cola”. Pues nada, tocará armarse de paciencia ahora. Tiene pinta que va para largo y yo ya tengo ganas de ir al lavabo. Se va a hacer eterno.
La cola del visado de Zimbabue
Ha pasado casi una hora y por fin ya llega nuestra turno. Le explicamos a la chica que queremos hacer el Kaza Univisa (otro grupo de catalanes nos recomendó que era la opción más económica). “Estáis en la cola incorrecta, tenéis que ir a la cola 7”. ¿En serio? ¿Hemos estado una hora para nada? ¡El hombre de antes nos ha dicho que era aquí! La chica pone cara de “este tío no se entera”. Al final, la chica es maja, y nos dice que ella nos haría el visado normal, pero que no nos sale a cuenta. Que en la otra cola no hay gente ahora y que mejor vayamos allí. Pues nada…
En la cola 7 estamos poco rato. Nos atiende un hombre muy majo que nos hace el visado sin problemas: “No problem, just give me my money” nos dice con un tono chistoso. Pues nada, 100$ (50$ cada uno) y ya tenemos el visado. ¡Por fin! ¡La vida es lo que pasa en la cola de visados! La maleta ya me da igual, lo que necesito es un lavabo con urgencia!
Al entrar al lavabo un hombre me muestra donde están los meaderos. “Oook, gracias, ya los veo.” Al terminar me pone el jabón en las manos y luego pretende que le de propina. Vale, ya entiendo tanta amabilidad.
Al salir del aeropuerto nos está esperando el guía. Se llama Aaron y nos sorprende hablando en español con un acento cubano. “¿Donde aprendiste español, Aaron?” – le pregunto. Me cuenta que estuvo estudiando la carrera de Física en Cuba durante 6 años. Ahora, como la mayoría de gente en Victoria Falls, se dedica al turismo y hace de guía de grupos españoles.
Crucero en el Río Zambezi: ¡hay hipopótamos!
Hemos dejado las cosas en el hotel con el tiempo suficiente para volver al autocar. Ahora estamos de camino a coger un barco por el río Zambezi. La idea es estar en el barco hasta que anochezca para ver la puesta de sol desde el río.
El barco tiene dos pisos. Nos vamos todos hacia el piso de arriba. Hay mesas para todos y una sillas para que nos relajemos. “Podéis pedir tantas bebidas como queráis” – dice Aaron. Jolin, que lujo. Después del viaje se agradece un rato de relax.
Me pido una cerveza. No puedo no probar una cerveza típica de Zimbabue. Me traen una Golden Pilsener. No está nada mal… Esto es genial, que tranquilidad. Espera, ¿eso es un hipo? Vale, se acabo el relax, ¡vamos a por la cámara! Qué pasada de animales, qué bonitos y que miedo encontrarte uno… Suerte que este está lejos.
La puesta de sol en África desde el río Zambezi
La idea de venir a este crucero por el Zambezi era que se hiciera de noche y cada vez estamos más cerca. El sol cada vez es más naranja y empieza a verse impresionante sobre el río. Se nos hace dificil decidir, disfrutar del momento o inmortalizarlo. Creo que solo recuerdo una puesta de sol que me haya impresionado tanto, y también fue sobre agua. Fue la puesta de sol vimos hace unos meses en Brujas, Bélgica. Ya había oído hablar de las puestas de sol en África, pero hasta que no lo ves con tus ojos no lo entiendes.
¿Cenar en Zimbabue en un restaurante de un español?
Aaron nos ha recomendado un sitio donde cenar: el Lola’s Tapas. Si, suena raro: un guía de Zimbabue con acento cubano nos recomienda un restaurante de un español. Un catalán para ser más concretos. ¡El mundo es muy pequeño! El dueño del Lola’s Tapas nos recibe hablando en catalán. Todos los tipos de carnes que te puedas imaginar están en este restaurante: carne de jirafa, cebra, cocodrilo, kudu… Vamos a probar, ¡a ver como saben!
Comer gusanos fritos en el Lola’s Tapas
“Os traigo algo para picar” – nos dice. ¿Pero qué es esto? Tiene pinta de ser… ¿gusanos? Ay madre… Bueno, tendremos que probarlos. jaja. Laura dice que ni de broma. Yo no tengo problema. Vamos a ver a que saben…
Bah.. no están mal, tampoco es que tengan mucho sabor… Cómo somos una mesa grande tiene pinta que cada uno se va a pedir un tipo de carne diferente. Hamburguesa de cebra, estofado de jabalí, costillas de jirafa… Nosotros nos pedimos carne de kudu, de eland y el estofado de jabalí. Nos traen todos los platos. “¿Queréis probar cebra? ¿Jirafa?”. Al final probaremos todos los platos a este paso. Nuestra carne, sobretodo la de kudu es muy difícil de comer. Muy dura. Si nos tuviéramos que quedar con alguna, la hamburguesa de cebra o el cocodrilo. Este último sabe como a pollo mezclado con pescado. No se, un sabor raro, pero bueno.
Terminamos la noche en el Lola’s Tapas con varios espectáculos. Mientras cenamos de fondo hay música con xilófonos. Para terminar la velada vienen un grupo de dos chicas y dos chicos para cantar.
El ritual de los Makishi
¡Ah no! Espera, aún falta otro espectáculo. Aparece una chica con una máscara bailando y nos explican sobre los Makishi. Lo que vemos es un ritual que se hace con los adolescentes de varias tribus de Zimbabue. Este consiste en dejarlos en medio del bosque durante varios meses. Durante este tiempo tienen que cazar para sobrevivir y convertirse en hombres. Uno de los camareros le pone mucho entusiasmo. Nos dicen que es por que el ha pasado por el ritual.
La leyenda del Nyami Nyami
El dueño del Lola’s Tapas nos regala un collar a cada uno. Este es el Nyami Nyami. El Dios del río Zambezi y tiene como forma de serpiente. Laura ya conocía la historia que nos está explicando. Hace años los ingleses construyeron una presa en el río Zambezi. Los locales decían que el Nyami Nyami se iba a enfadar, pero no les hicieron caso. Años después llovió de manera torrencial, hasta que la presa reventó. Los locales que creen en el Nyami Nyami dicen que fue el que lo provocó.
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